DATOS
Nombre del niño: Angie Natalia Acosta
Edad: 3 años
Madre: Johana Acosta
Diagnóstico: Leucemia Linfoblastica Aguda
Procedencia: Popayán, Cauca
Tiempo de estadía en la fundación: agosto 2019
TESTIMONIO
Yo me llamo Johana Acosta, soy la mamá de Angie Natalia Acosta, mi hija antes de ser diagnosticada presento síntomas de gripe, con fiebre, luego le dio petequias en los pies, que son unas ronchitas rojas y se le hincho el estómago, yo no cuando le dio esa gripe, no la lleve de inmediato al médico, con mi mamá le compramos un jarabe porque en esos días estaba dando mucho gripe, entonces le compramos medicamentos para quitar los fiebre, pero cuando siguieron los síntomas, completos unos 15 días así y se le vio un cambio total, ella comenzó a recaer más y más. Como nosotros vivimos en finca, una vez se me deslizo y se me cayó y se fracturo un piecito, en esos días la llevamos a un sobandero y la sobo por 2 días y luego no caminaba nada, siguió igual, entonces ese señor vio a la niña de un color muy pálido, muy amarilla, entonces me dijo “ hay que llevar a su hoja al hospital, yo no soy médico pero puede que la niña tenga una hepatitis B” entonces inmediatamente yo la lleve al hospital, no me lleve ni el carnet, fuimos y cuando entramos por urgencias, cuando luego me dijeron que Angie tenia leucemia.
Allá me dieron el diagnóstico que Angie tenia Cáncer en la sangre, luego los especialistas dijeron que debían remitirme al valle de Lili… uno se pregunta muchas cosas, me senté, me puse a llorar, son muchas cosas, en por qué mi hija, uno también hasta se culpa, yo a la primera persona que llame fue a la madrina de la niña, le dije que no sabía qué hacer.
Yo nunca había escuchado esa enfermedad, era primera vez y ya cuando ingrese al valle de Lili, me explicaron, me ayudo la psicóloga, una doctora me dijo que no me asustara y yo le dije que en mi familia nadie era con cáncer, que porque esto pasaba, pero en la clínica me explicaron que habían mucho niños diagnosticados con esa enfermedad, que mi hija no era la única, ya luego me pasaron con la psicóloga porque para mí fue muy duro y la psicóloga me decía “ yo sé que va a ser duro para ti, pero estamos aquí para ayudarte” ella me comprendió mucho, ella me visitaba y Angie, el personal del valle de Lili me ayudó mucho.
Cuando la niña se cayó, ella perdió mucha sensibilidad y movilidad, entonces en la clínica empezaron a tratarle eso, una oncóloga muy atenta le regalo un coche a Angie, mi hija nunca se quería bajar de la cama, entonces la oncóloga me regañaba porque yo debía motivar a Angie para que caminara, para que se bajara de la cama, para que tuviera otra vez movilidad, por que la niña hacia muchas rabietas hasta que una vez la oncóloga me dijo “ yo te voy a regalar un coche, porque yo sé que la niña va a volver a caminar” y los días le regalo el cuche y fue que ella empezó de nuevo a caminar.
Al principio es muy duro, pero ya como a los tres meses ya asimilé que me tocaba esta situación, que me tocaba estar con ella en este procedimiento, una amiga me colaboro mucho, me apoyo mucho, ella me aconsejo que debía sentar cabeza, que, si debía acostumbrarme a vivir en Cali por la salud de mi hija, debía hacerlo, por uno debe pensar primero por lo hijos, yo en ese tiempo entre en una depresión por que la EPS no me colaboraba en absolutamente nada, no autorizaba la quimioterapia, entonces yo decidí con ayuda de mi mama poner una tutela y salió a mi favor, pero como mi EPS ya no tenía convenio nos trasladaron de clínica.
En la nueva clínica me trataron bien, me recibieron bien y me asignaron un nuevo hogar de paso, la fundación la divina providencia. El primer día que llegué me sentí extraña, por que todo era nuevo, era diferente al otro hogar de paso que había estado, eran mejor las condiciones, ya con el pasar de los días empecé a relacionarme con las demás mamitas de la fundación, ellas comenzaron a hablar conmigo, a preguntarme que de donde era yo, el personal de la fundación también me recibió muy bien, me trataron muy bien, me ayudan en todo lo que pueden y se preocupan por la niña, aquí en la fundación yo no la paso mal, porque recochamos entre las mamitas, me hacen reír mucho a pesar que este a veces indispuesta, este hogar de paso me ha servido mucho porque me han dado mucho ayuda, mucho apoyo.